
Es un camino, que hay que preparalo desde el espíritu, primero aceptando que no es un método, aunque para meditar hay pautas sencillas que debemos conocer.
Estar preparados para el encuentro con Dios.
Ir hacia El, no esperar nada, su Gracia infinita todo lo puede.
Perseverar con paciencia, sin prisa.
La practica diaria es la brujula que nos invita a seguir orando,con nuestra mirada puesta en el divino maestro Jesús.
No desistas, no te desanimes.
Siéntate en silencio y la paz vendrá a ti en forma de bendición.
Liliana Mellano
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