
La meditación es un camino espiritual que cada persona transita de una forma diferente y única, de acuerdo a su historia de vida, a su personalidad y quizás de sus expectativas, que al no cumplirse en ese trayecto la llevan a abandonar la meditación aduciendo que “no es buena”, personalmente aceptaría su decisión y no la cuestionaría porque es obvio que su experiencia es distinta a la mía y seguiría meditando en el Amor de Jesús !!!!
Su Margot