En el silencio y la quietud de la meditación… – Rosa Ángela
El camino de la meditación es el camino del conocimiento de la realidad, es vivir plenamente porque entramos en la unión completa y única con el creador, nos hacemos conscientes de nuestro origen y esto es vivir en el amor y el poder de Dios.
En este camino de la meditación he ido aprendiendo también a reconocer lo difícil que es ver la realidad y aceptarla , por lo general estamos enredados en nuestro pequeño mundo subjetivo , lleno de las fantasías de “importancia personal” y perdidos en expectativas de logros y reconocimiento :
El evangelio de hoy (Marcos 9, 30-37) lo muestra con claridad: “… Jesús les preguntó: ” ¿ Qué venían discutiendo por el camino?” Ellos se quedaron callados, porque habían discutido entre sí cuál era el más importante de todos.”
Como los discípulos , esta situación forma parte de mi cotidianidad . Aún me cuesta trabajo estar en el presente, abrirme a la realidad que estoy experimentando y más aún, aceptarla tal y como se está presentando, pierdo la visión y me aíslo de lo realmente importante !
“…Jesús iba enseñando a sus discípulos y les decía: “El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, que le darán muerte; y, a los tres días de muerto, resucitará “ Pero ellos no entendían lo que les decía y tenían miedo de preguntarle.”
En el silencio y la quietud de la meditación voy recorriendo paso a paso , como los discípulos de Jesús el camino de aceptación y humildad de mi condición humana que va abriendo y dirigiendo nuestro corazón en el perdón, el amor y la misericordia, esto permite trascender nuestra visión egoica y dar ese salto al vacío en el que contactamos, aunque sea por instantes, nuestro ser , en la profundidad insondable de la totalidad.
“La realidad adquiere otro significado, porque la luz del amor de Dios irradia y abre nuestra visión, nuestra mente y nuestro corazón y experimentamos en nuestro verdadero ser la plenitud del amor.
Por ahora, en este presente, realizamos nuestra tarea de cada día, cada mañana y cada tarde, caminamos en la fe, en el seguimiento de Jesús, como uno más de Sus discípulos.
Rosa Angela Contreras Quintero
Bogotá, Colombia
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