El amor para mi evoca, la lluvia renovadora después de una sequía, el abrazo del sol como un pocho en el invierno, la risa de un niño, la mirada de los abuelos cuando los vas a visitar en un geriátrico. Entra en mi como beber el agua fresca del manantial, al finalizar una pesada tarea en el campo.
Susana Banchero