Poco a poco fui descubriendo… – Rosa Ángela
En la meditación no pasa nada , pero por lo general para entrar en la disciplina de la meditación existe primero una búsqueda personal o un objetivo motivador a veces no tan consciente , que nos va introduciendo en ella : Paz , claridad, estabilidad , crecimiento interior…
La dificultad de asumir y perseverar en su dinámica , por lo menos para mí, fue primero poder aceptar que sólo necesitaba sentarme en silencio y quietud a respirar repitiendo el mantra una y otra vez , tratando de acallar el tumulto incesante de pensamientos y con la sensación constante de estar perdiendo el tiempo.
Poco a poco fui descubriendo que en la meditación no se “hace nada” y “no pasa nada” y que el primer aprendizaje es “estar con uno mismo “ y darme el permiso de ir reconociendo y desmoronando la imagen que había elaborado de lo que creía ser, para aceptar el ser humano real que estaba apareciendo.
Meditar es aprender la sencillez y la simplicidad a medida que puedo irme vaciando de contenidos, programaciones y creencias; reconociendo mi desconocimiento de “la realidad” , para por fin estar en el presente aunque sea por un instante.
En la meditación “no pasa nada”, porque no se hace nada , ni se logra nada , vamos entrando en la profundidad de lo que somos, en el vacío de la totalidad , del origen , de lo que Es, del Ser , hasta reconocer nuestra conexión siempre presente con el Espíritu de la divinidad , con Dios.
Rosa Ángela Contreras Quintero
Bogotá, Colombia
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