AL SILENCIO
La Palabra en tu vida tiene tal poder que cualquier otra queda corta o incompleta. Cuando integras la Palabra y ésta se arraiga en todo tu ser, no hay marco más importante para honrarla que en el silencio, en el sagrado silencio de tu corazón. Vivir el camino de la Meditación Cristiana nos lleva a vivir una vida de mayor silencio, más atenta, en contacto con nuestra realidad divina.
1. Cuando medites, repite tu palabra sagrada durante todo el tiempo de tu práctica.
2. Hazlo interna y silenciosamente.
3. Repítela pausadamente, resuénala en tu corazón. Permite que la palabra se arraigue en tu alma.
4. Cuando lleguen los pensamientos, imágenes, distracciones, recuerdos, planes, preocupaciones, ideas triviales, o lo que sea, ignóralos y regresa a la repetición de tu palabra sagrada o mantra. Regresa hasta mil veces.
Meditar no es una técnica; es una disciplina. Es un constante regresar, un responder a la invitación de Jesús que se manifiesta en el anhelo de querer ser en Él.
Meditar es integrarte a la conciencia de Cristo, en el sagrado silencio de una Palabra.
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DE LA PALABRA
AL SILENCIO
MARANATHA
TIEMPO
¿CÓMO MEDITAR?
JOHN MAIN, OSB
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