Cuando se pierde a un ser querido se pierde una parte de nosotros mismos. Si no sabemos despegarnos de ese sentimiento de pérdida debido al ego, nos volvemos sus esclavos y nos hundimos cada vez más en nuestro propio egoísmo. Si logramos despegarnos, superamos su muerte y nos encontramos con su resurrección. La repetición del mantra nos capacita y nos enseña cómo lograrlo.
Adolfo
Ponemos a tu servicio un medidor del tiempo para tu meditación. Por favor pulsa aqui.