Ahondar en el Amor – Begoña
Considero que nuestra vida consiste en ahondar en el Amor. Tardamos, entre unas cosas y otras de esta vida humana, en darnos cuenta de este gran sentido. Tras vivencias humanas, se van cayendo expectativas construídas conscientemente o no.
Por compresión o por obligación vamos comprendiendo que el control que ejercíamos, no era sino una falsa ilusión, una creación egoica. Todo había de ser así en este proceso de aprender a Amar.
En la comprensión paulatina de esto, una siente vértigo, soledad, desorientación en la vida, vacío.
Todo a mi alrededor se ve como si no hubiera ocurrido nada. Parece que el devenir diario continúa, mientras algo en mí ya no lo puede concebir como antes. Son muchas las sensaciones, los pensamientos, los estados de ánimo. Pero en lo más hondo de mí, experimento un leve sabor a certeza… Existe una gran pugna entre ésta y mi ego, que teme morir. Y yo no estoy asentada ya ni allí ni aquí.
El Amar parece que incluye morir a lo que antes parecía componer mi vida. Y la vivencia en la propia carne es de muerte real, es agónica, de desasosiego, de angustia.
¿ Con quién trato esto que vivo ? ¿ Esto que muero ?
Busco ayudas.
Leo que otros han sentido de modo similar.
Sigo ‘muriéndome’, pero acompañada. Por quien lo ha vivido. Y sabe que así es como debe de ser. Al tiempo que, de fondo, se repiten en mi cabeza las frases de Jesús al respecto. Y creo a Jesús. Confío en Él y en lo que dice.
A veces con eso me basta. A veces me sigue faltando…
Mi ego se está debilitando e identificada hasta la última célula con él, creo debilitarme, siento que muero y apenas puedo compartir. No me entenderían. Sólo quien lo conoce por experiencia propia.
La comprensión del intelecto se adelanta a la vivificación intuída, anhelada, deseada, desde…
Y, ahora, en el límite de los límites, creo que la semilla de la que habla Jesús está en su mayor des-composición, para Con-Vertirse en no sé qué, que debe merecer mucho la pena, dado el dolor de ese morir sin morir y dado cómo Jesús nos lo dice y repite de varias formas.
Así que el riesgo de Amar es el riesgo de aceptar sentir morirse para Re-Nacer en esta vida al máximo que podamos, es el camino difícil, pero el verdadero, el que me conduce a la Vida.
El riesgo, el que vivimos como tal, el que vive el ego, es el salto de vivir desde él : la mente, el cuerpo, las emociones conocidas, a vivir en la desnudez, en su descarnada vulnerabilidad, y comprender que soltando y confiando, soltando y confiando, confiando, confiando… el Camino se abre más, la Verdad asoma en mi existencia humana y la Verdadera Vida se me va revelando como Luz. Salgo de la niebla espesa y fría. Empiezo a degustar el calor de la Luz en el Camino que me conduce con mi anhelo de Verdad a la Vida de la que Jesús me hablaba… No era riesgo, no ! Era pura Naturaleza del proceso. Ahora lo puedo ver y decir.
Amar es vivir en un estado del Ser. Aquí en la tierra será Gozo Imperdible, y rechazo en todas sus expresiones por el deslumbramiento que la Luz pueda conllevar. No más. No más.
No hay riesgo. Hay miedo a la Comprensión. Y… sigo queriendo comprender. En ello estoy.
Begoña Barber
Pamplona, Navarra, España
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