¡Tenemos la fórmula! – Lucía
Muchas veces buscamos a Dios como si fuera un objeto perdido; otras lo ignoramos y otras tantas nos conformamos con hacer lo mismo, con los mismos resultados. Mucho ruido, cumplir, salir del paso.
¿Cómo llegamos a esto? Al descubrir la fórmula y empezar a utilizarla dándonos resultados, si así pudiéramos llamarles, asombrosos. Nos resistimos al principio – cómo solo repetir una palabra sencilla y sagrada, podría conducirnos al Silencio? Pensábamos que a Dios teníamos que informarle todo. Y no, solo basta repetir nuestra palabra sagrada con toda nuestra lealtad – una y otra vez – entre distracciones, tropezones y olvidos – la palabra se nos presenta. Si la olvidamos, aparece, resuena en nuestros sueños y en el ritmo de la vida.
Lucía Gayón
Ixtapa, México
Los momentos más significativos de una relación de Amor son aquellos que se manifiestan en el silencio. Leer más.