Tengo que meditar – Lucía
Mi “tengo” que meditar incluye un querer, poder y deber. El regalo espiritual más grande que he recibido es la meditación que es lo que me permite crecer en la conciencia de la presencia de Dios en mi vida; crecer en el privilegio de saber que soy hija de Dios y amiga de Jesús; crecer en descubrir que soy parte del Cristo Universal; que tengo origen y destino divino y un camino de Amor para recorrer.
Lucía Gayón
Ixtapa, Guerrero, México
Los momentos más significativos de una relación de Amor son aquellos que se manifiestan en el silencio. Leer más.